Cuatro hermanos conmueven al mundo tras la deportación de sus padres

Beverly Juárez tiene apenas 21 años, pero desde hace unas semanas asumió un rol que no esperaba tan pronto: convertirse en la figura responsable de sus tres hermanos menores, luego de que sus padres, Esvin Juárez y Rosmeri Miranda-López, fueran deportados a Guatemala tras más de dos décadas en Estados Unidos.

Esvin y Rosmeri llegaron juntos a Florida hace 22 años. Se casaron, tuvieron cuatro hijos, fundaron una empresa cementera y compraron una casa en Apopka, donde construyeron una vida. Su negocio empleaba a 16 personas y su solicitud para una visa U ya había sido reconocida como legítima por las autoridades migratorias. Sin embargo, fueron deportados este mes, dejando atrás a sus hijos, todos ciudadanos estadounidenses.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, tener una aplicación pendiente no impide la deportación. Una realidad que ha comenzado a volverse más frecuente tras el retorno de Donald Trump a la presidencia y la reactivación de políticas de deportación masiva, impulsadas por su asesor Stephen Miller.

En medio de este panorama, los hijos de la pareja han decidido no quedarse callados. Beverly, junto a César (15), Josué (13) y Valery (9), han grabado videos pidiendo al presidente que permita el regreso de sus padres. Las publicaciones han conmovido a millones de personas en redes sociales.

"Tuve que aparcar mis sueños para cuidar de mis hermanos", dijo Beverly mientras intenta balancear su trabajo, la escuela y el hogar, ahora sin el apoyo directo de sus padres.

Su historia, aunque profundamente personal, refleja una realidad que muchas familias migrantes enfrentan hoy en Estados Unidos.